Guía Básica para abonar las plantas y el jardín
A la hora de abonar el jardín debemos considerar que los jardines suelen estar compuestos por distintos elementos vegetales, tanto en su forma como en su contenido vegetal.
En un jardín podemos encontrar pradera de césped, árboles, arriates, parterres, rocallas, macizos de arbustos, macizos de flor, rosaledas, trepadora, estanques, plantas aisladas e incluso frutales o un huerto.
Cada una de estas formaciones estará compuesta a su vez por determinadas variedades de plantas que, si han sido bien seleccionadas, serán las más adecuadas para cada zona o finalidad de plantación.
En general, todas las plantas y cultivos necesitan los mismos nutrientes para prosperar, pero hay que tener en cuenta que cada planta precisa de estos nutrientes en proporciones y combinaciones distintas, o en momentos diferentes de su desarrollo. Por tanto, debemos abonar el jardín con un poco de criterio y conocimiento.
Además, con el cultivo de cada planta o elemento vegetal perseguimos un objetivo o finalidad de plantación.
Una floración intensa y llamativa es lo que nosotros consideramos más importante de las plantas de flor, del césped queremos que esté denso y verde en pleno verano.
Por qué es necesario abonar el jardín?
Para conseguir estos objetivos es necesario aportar a las plantas los abonos y fertilizantes que favorezcan y potencien lo que para nosotros es más importante de cada elemento vegetal, siempre tratando de no perjudicar con ello su equilibrio y su salud.
Por otro lado, a las plantas de nuestro jardín solemos exigirles mucho. Las podas y recortes o las continuas siegas y pisoteo del césped son algunos de los “sufrimientos” que han de soportar.
Al abonar el jardín estamos ofreciendo a la planta la energía que necesitan para superar estos tipos de estrés y poder seguir prosperando vigorosas y sanas.
En el aspecto fitosanitario, una correcta fertilización hará que cada planta tenga las defensas para resistir de forma natural al ataque de plagas y enfermedades.
Y en el aspecto estético y ornamental, las plantas desnutridas o carentes de algún elemento nutricional presentarán siempre un mal aspecto, raquíticas, descoloridas y con poca vida y crecimiento.
ABONAR EL CÉSPED
El césped es un cultivo que precisa de importantes cantidades de nutrientes si queremos tenerlo vigoroso, denso y con un color vivo y uniforme.
Es un cultivo que tiene que soportar las inclemencias del tiempo, tanto en invierno, como en verano.
Está sometido a frecuentes cortes que hacen que tenga que estar en continuo crecimiento, con el consiguiente gasto de energía vital.
La mayoría de las veces tienen que soportar sobre ellos las pisadas de los usuarios, los juegos de los niños, el trajín de las mascotas y el trasiego de la maquinaria de mantenimiento.
Además, la alta frecuencia de los riegos y cantidades de agua con que se riega el césped hace que los nutrientes del sustrato que lo porta sean lavados o precipitados a profundidades que quedan muy lejos del alcance de sus raíces
Por todo esto, es importantísimo suministrar aportaciones periódicas de abono para césped que le garanticen una presencia de nutrientes suficiente y adecuada.
RECOMENDACIONES PARA ABONAR EL CÉSPED
Abonos orgánicos para césped
El césped debe recibir al menos una vez al año una aportación de abono o materia orgánica, preferiblemente a la salida del invierno. La materia orgánica tiene la cualidad de mejorar la actividad biológica y los procesos físicos y químicos necesarios en un sustrato de cultivo.
Pueden encontrarse estos productos bajo la denominación de abono orgánico, fertilizante orgánico, abono natural, etc.
Se pueden encontrar envasado en forma sólida o en forma líquida y pueden proceder de animales o de plantas.
El abono orgánico aporta nutrientes, pero su principal virtud es mejorar las condiciones físicas y químicas del suelo de cultivo.
Considere la materia orgánica como un fertilizante para césped que no debe faltar cada año a la hora de abonar el césped.
Abonos minerales para césped
Los abonos para césped minerales aportan todos los nutrientes necesarios que necesita para su optimo desarrollo.
A diferencia de los abonos orgánicos, los abonos minerales no mejoran las condiciones del suelo, pero su poder nutricional es mucho mayor que el de los fertilizantes orgánicos.
Sus efectos sobre la planta son muchos más inmediatos y eficaces, con formulaciones perfectamente estudiadas y adaptadas a las necesidades nutricionales del césped.
Independientemente de la aportación de abono orgánico anual que antes mencionábamos, es necesario aportar fertilizantes minerales al césped al menos 2 o 3 veces al año, precisamente por las condiciones de estrés a las que está sometido y que también hemos mencionado con anterioridad.
Los abonos minerales los podemos encontrar en forma sólido o líquida, para un abonado normal de mantenimiento recomendamos los de forma sólida.
También podemos encontrar abonos para el césped normales o de liberación lenta. Los abonos de liberación lenta tienen la propiedad de ir liberando los nutrientes poco a poco, de forma sostenida y según los va necesitando el césped.
Los abonos de liberación lenta o de larga duración pueden cumplir su misión fertilizante unos 3 meses. Son altamente recomendables.
Si lo que pretendemos es recuperar un césped en mal estado o que ha estado sometido a condiciones adversas, los abonos rápidos para césped son la mejor solución.
Las aportaciones de fertilizante mineral son aconsejables al principio y al final de la primavera y a comienzos del otoño. Nunca en los meses de más calor ni ya entrado el invierno.
Se debe dar un riego copioso después de aplicar cualquier fertilizante para césped.
ABONAR LAS PLANTAS DE FLOR
Este tipo de plantas cultivadas por sus flores ponen el punto de color en los jardines, podemos decir que son la alegría del jardín.
Las plantas de flor pueden ser de temporada, vivaces o perennes.
Como la finalidad que queremos obtener de estas plantas es una floración abundante, viva y colorida, tendremos que potenciar y favorecer su estado de desarrollo en el momento de la floración.
CONSEJOS PARA ABONAR LAS PLANTAS DE FLOR
Como recomendamos para la mayoría de las plantas y cultivos ornamentales (hay algunas excepciones), un suelo rico en materia orgánica será la base para un óptimo cultivo. Por tanto, recomendamos hacer una aportación de materia orgánica al año, sobre el mes de febrero.
Ya hemos dicho que los abonos orgánicos los podemos encontrar en estado sólido o líquido.
Después, según avance la temporada y el desarrollo de las plantas de flor haremos 2 o 3 aportaciones con un abono mineral, con abonos para plantas de flor que favorezcan la producción de flores y su durabilidad sobre la planta.
Los dos principales nutrientes que cumplen este cometido son el potasio y, sobre todo, el fósforo. Pero no hay que olvidar que una buena floración siempre se dará mejor en una planta equilibrada en todas sus partes, las fórmulas para plantas de flor incluyen los nutrientes y micronutrientes que estas plantas necesitan, pero con una proporción adecuada para favorecer la floración.
Recordad que en la mayoría de las plantas de flor es preciso quitar las flores ya marchitas para que la planta vaya renovando sus flores.
Y como siempre, un buen estado nutricional hará a las plantas de flor más resistentes a las condiciones adversas y a las plagas y enfermedades.
Abonar los rosales:
Los rosales también son plantas cultivadas por su flor, pero tienen ciertas particularidades que les hacen tener unos requisitos nutricionales ligeramente diferentes:
Son plantas perennes, que pueden vivir muchos años, por lo que hay que reponer los nutrientes que extraen del suelo para que éste no pierda fertilidad durante el paso del tiempo.
Tienen que soportar podas anuales, con el consiguiente gasto de energía que les supone cada primavera volver a ramificar y producir su masa foliar.
Muchas variedades son de porte arbustivo y ramificación leñosa.
Para atender estas particulares circunstancias y las necesidades de nutrición derivadas de las mismas, existen abonos específicos para el cultivo del rosal, muy ensayados y con formulaciones muy precisas.
Los podemos encontrar estos abonos para rosales en estado sólido (sobre todo granulados), líquidos y para aplicación foliar.
ABONOS PARA FRUTALES
Incluimos los frutales en esta guía porque es muy frecuente tener alguna variedad de frutal en los jardines.
Aparte de tener nuestra propia producción de fruta, muchos árboles frutales son bonitos árboles ornamentales. Es el caso, por ejemplo, de los granados, los cítricos, los cerezos o los olivos.
Si en el caso de las plantas de flor debía favorecer y potenciar el desarrollo de sus flores, en el caso de los frutales también es necesario hacerlo, ya que de las flores nacerán los frutos.
Pero además, si aparte de su valor ornamental, queremos que nuestros frutales nos ofrezcan su cosecha, es preciso atender varías fases críticas de su cultivo.
Como siempre, lo mejor son los abonos formulados específicamente, en este caso los abonos para frutales, que podemos aplicar en forma sólida o en líquido fertilizante para frutales.
Fases críticas de los frutales:
Como hemos dicho, una de ellas es la floración, sin una floración sana y adecuada difícilmente obtendremos frutos.
Otra es el cuaje, fase de transición de la flor al fruto. Es frecuente observan frutales en los jardines que echan la flor, pero la pierden antes de que llegue a cuajar la fruta.
Otra fase crítica es el engorde y maduracón, que la fruta vaya cogiendo tamaño sin que se pudra o se caiga antes de tiempo.
Como consecuencia de todas las fases críticas por las que ha de pasar nuestro frutal para que podamos recolectar sus frutos, existen abonos específicos para el cultivo de los frutales.
Como todas las plantas, los frutales necesitan disponer de todos o la mayoría de los macronutrientes y micronutrientes esenciales para un crecimiento sano y equilibrado, pero en el caso de los frutales el fósforo, el potasio, el boro y el molibdeno juegan un papel más importante.
Aparte de los abonos con fórmulas genéricas para frutales, son tan críticas las fases de cultivo mencionadas y de tan especial interés en la producción agrícola, que incluso se fabrican productos con fórmulas o sustancias específicas para cada uno de estos momentos.
ABONOS ESPECIALES PARA FRUTALES
Podemos encontrar productos que estimulan la floración, que favorecen el cuaje o que aumentan el tamaño y mejoran la maduración de los frutos.
La aplicación de los abonos se debe realizar de forma equilibrada y periódica durante toda la temporada. En cuanto a las fórmulas específicas para floración, cuaje o maduración, estás se deben generalmente al inicio de cada fase.
Y, como siempre recomendamos, una aportación de abono orgánico o materia orgánica al año es fundamental para obtener un buen suelo de cultivo.
Los abonos para frutales los podemos conseguir en estado sólido (normalmente granulados), líquidos y líquidos para aplicación foliar.
Existen abonos específicos para algunas variedades de frutales concretas, como es el caso de los abonos para olivos y los abonos para cítricos, disponibles en nuestra tienda online.
Hay que advertir que uno de los principales problemas que observamos en los frutales plantados en jardines es el exceso de riego, sobre todo cuando están plantados sobre el césped o cerca de él.
ABONAR HORTENSIAS Y PLANTAS ACIDÓFILAS
Si nuestro suelo es ácido habremos seleccionado plantas ácidas para nuestro jardín.
También puede ocurrir que nuestro suelo no sea ácido, pero que tengamos una zona de sombra o media sombra. En este caso la mayoría de las plantas que encajan en este ambiente son plantas acidófilas, por lo que nos veremos obligados a acidificar el suelo intencionadamente.
Hortensias, camelias, rododendros, azaleas y muchos tipos de arbustos requieren un suelo ácido para ser cultivadas.
No nos vamos a extender en este post sobre los procesos físico-químicos que intervienen en la absorción y asimilación de nutrientes por parte de las plantas, sólo decir que el pH del suelo (suelo ácido, neutro o básico) es un factor determinante para este proceso.
Por tanto, el abonado de las plantas acidófilas, cultivadas cobre un suelo ácido con un pH bajo, debe reunir ciertos requisitos y particularidades.
En el caso de las plantas ácidas, además de todos los nutrientes esenciales, el azufre y el hierro tendrán un papel destacado para corregir o evitar carencias provocadas por la acidez del suelo
Algunos abonos para plantas ácidas incorporan a sus formulaciones sustancias o nutrientes que acidifican el suelo.
TIPOS DE ABONO PARA PLANTAS ÁCIDAS
Estos abonos los podemos encontrar con el nombre de abonos para plantas ácidas, para plantas acidófilas, para hortensias, etc. y se presentan en forma sólida o líquida.
No obstante, lo más importante en el cultivo de las plantas ácidas es precisamente garantizarles un suelo ácido con un pH de entre 4 a 6, abonarlas periódicamente con abono para plantas ácidas y estar atentos a síntomas de carencias nutricionales, sobre todo a la falta de hierro, que derivará en clorosis férrica y el amarilleo de las hojas.
Y aparte, la siempre recomendada aportación de materia orgánica al final del invierno.
ABONOS PARA SETOS
Lo setos son unos de los elementos vegetales más frecuentes en un jardín. Aparte de su valor ornamental, sirven para ocultar o delimitar zonas.
Pueden ser setos muy bajitos (borduras), o de altura media y alta. Frecuentemente los setos se utilizan como método de protección y ocultación perimetral de la vivienda.
Existen muchísimas plantas indicadas para la formación de setos, pero a todas ellas les sometemos al mismo estrés que se deriva del escaso marco de plantación con que se plantan para conseguir un seto denso y tupido.
Las plantas para setos, sobre todo los setos formales, se plantan a una distancia muy junta y forzada para que cumplan su objetivo. Esto hace que la competencia por la extracción de los nutrientes del suelo sea muy alta.
Los setos extraen del suelo los nutrientes que necesitan de forma intensiva, ya que cada planta dispone de muy poco suelo para poder alimentarse.
Esto hace que el suelo bajo los setos vaya perdiendo fertilidad y sea preciso aportaciones periódicas de nutrientes que subsanen este problema.
DEFICIENCIA DE NUTRIENTES EN LOS SETOS
La deficiencia de nutrientes en los setos derivará en setos poco espesos y densos, propensos a contraer todo tipo de plagas y enfermedades.
Esto es algo que se observa mucho en los setos de coníferas, apreciándose desecamiento y amarronamiento de las hojas y amplias superficies del seto ya irrecuperables.
Si bien este problema de amarronamiento y desecamiento de las coníferas puede deberse a diversas enfermedades causadas por hongos, no cabe duda de que una mala nutrición favorece la aparición y la extensión de la enfermedad fúngica.
La carencia de magnesio o la incapacidad para poder asimilar el disponible en el suelo es otra de las causas frecuentes de desecamiento y amarronamiento de los setos de coníferas.
Los fabricantes de abonos y fertilizantes para el jardín han sabido identificar muy bien las circunstancias especiales de nutrición de los setos y, afortunadamente, hoy disponemos, tanto de abonos específicos para setos, como formulados para evitar el amarronamiento de setos y coníferas o tratar los hongos que les atacan.
EL ABONO UNIVERSAL
Hasta ahora hemos visto qué plantas o elementos vegetales de un jardín tienen unas necesidades especiales de nutrición.
Pero en jardín también podemos encontrar arbustos, árboles, plantas trepadoras, etc. que también debemos tener en cuenta a la hora del abonar el jardín.
Estas plantan suelen disponer de un sistema radicular muy desarrollado, capaces de buscar nutrientes por una superficie bastante amplia del sustrato.
Salvo que estén sujetas a condiciones especiales o adversas de cultivo, un abono universal para jardín será suficiente para cubrir sus necesidades.
Para trepadoras, funciona muy bien el abono para rosales y, para plantas aromáticas y mediterráneas hay productos específicos en el mercado.
Y, como todas las plantas, agradecerán un aporte anual de materia orgánica.
CONSEJOS PARA ABONAR EL JARDÍN:
He mencionado reiteradamente en este post la importancia de suministrar a cualquier planta o cultivo una aportación de materia orgánica una vez al año, preferiblemente a mediados o finales del invierno.
Las aportaciones de abono mineral son recomendables al inicio de la primavera, al final de la primavera y en otoño.
Es mejor repartir las aportaciones de abono que hacerlo una sola vez con una dosis excesiva que no sólo no beneficiará, sino que perjudicará a la planta.
Recuerde que un exceso de fertilizante es tan perjudicial como una carencia del mismo, pero tiene peor solución.
No fertilice en las horas de máximo calor del día, lo mejor es por la mañana temprano o antes de anochecer.
Salvo en las aplicaciones de abono foliar, aporte un riego copioso después de fertilizar.
En agricultura es normal realizar análisis del suelo antes de aportar abonos para saber exactamente qué formulas de fertilizante se han de aportar en base al cultivo.
A la hora de abonar el jardín estos análisis no suelen hacerse, pero recomendamos que observe las plantas y los elementos vegetales que componen su jardín.
Fíjese atentamente en su aspecto general, su salud, su crecimiento, su floración, su equilibrio, su color, etc. Las plantas nos dan señales de que algo les falta o les sobra.
Procure a sus plantas las condiciones óptimas de cultivo en cuanto a exposición ambiental, riego, sustrato, etc. Aporte abonos convenientemente y cure sus plagas y enfermedades. Como todos los seres vivos, las plantas necesitan una nutrición adecuada y estado sanitario apropiados para poder sobrevivir sanas, bellas y productivas.
Autor: José Julián Díaz
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